lunes, 29 de mayo de 2017

Mira yo ya no corto por qué soy polvo

‪Huele a una de esas noches de terraza de casa, una de esas en las que ni tú misma te aguantas y te sales a la terraza para contener las ganas de gritar.‬
‪Huele a noche de maquillarse, solo para mirarse al espejo y hablar sola un rato, huele a una de esas llamadas que te revuelven  la tripa y te hacen tumbarte en un portal hasta que sea de madrugada, y a esa cerveza de aquel bar que dejaste a medias por qué yo te llamé.‬
‪De hecho, si respiras muy hondo huele a nosotros queriéndonos mucho y mal.‬
‪Se me pegan las sábanas del calor, y no de ese que enciende mis mejillas cuando pienso en tu cuello, no, calor del que te asfixia y solo sientes vacío, calor del que hace que en pleno agosto saques ese edredón que tanto pesa solo para que te impida levantarte de la cama.‬

‪E incluso si sacas la lengua, sabemos a mar, y si mar de ese que te choca contra el pecho y te revuelve el pelo como aquel polvo de ese día, puede que si alargas tú brazo lo justo como para tocarme , este llena de arena, áspera pero agradable, una chica llena de arena, que huele a cervezas que no me tome, a pintalabios despuntado y en el suelo, a besos que probablemente no nos daremos nunca y a esa alergia que nos impide decirnos te necesito aunque estemos a punto de morir‬