Papá no me despiertes!
Estoy soñando y es demasiado bonito como para perderse apenas un segundo.
Estabamos allí donde siempre nos gusta estar, eramos nosotros entre rosales, pero no lo eramos.
Algo había pasado desde la última vez y las palabras ya no se atropellaban las unas a las otras, simplemente ya no había palabras.
Sólo dos ojos que buscaban unas manos a las que aferrarse.
Y unas manos congeladas que buscaban unos labios.
Quise decir gracias, pero las palabras que aguardan detrás de los rosales ya no eran las mismas y ni siquiera deseaban ser dichas.
Lo único que puede hacer ,fue acercarte la mano a la cara y decirte cuan frías tenía las manos.
《Qué frías tengo las manos y cuánto me duele la falta de tu esencia》
Me desperté pensando que pese a que solo había sido un sueño, algún día me quedaré sin palabras, embobada por tu sonrisa.
Sé que en medio de un mar de rosas me regalaras esencia.
Y sé que por muy lejos que esten nuestros cuerpos , nuestros corazones siempre estarán juntos, y que mientras sueñe puedo contar con tus besos.
Por que juntos somos infinitos.