miércoles, 28 de mayo de 2014

"Nuestro sin sentido"

No quedaban días que tachar, ni uñas que morder.
Solo unas ganas infinitas de volar hasta las estrellas.
De cortar rosas sin espinas, de ver nevar, de que deje de llover, de que diluvie, de verano, de ti.
Creo que siempre supe que a mi puzzle le faltaban piezas, supongo que nunca supe que las pondrías tu..
Días con olor a felicidad.
Susurros que tal y como el viento los trajo, se los llevó.
Silencio.
Mariposas "ponsándose" en tu cuello.
Cosquillas.
Palabras que sin ser dichas te marcaron.
Más silencio.
Tu música, nuestro compás.
El sin sentido de mis gritos.
Un reloj aburrido de dar la hora, ha decidido dar la nota.
Mis lágrimas, tu mar.
¿Recuerdas todos los viajes que nunca hicimos?
Prometido.
No más silencio.
Nunca.

miércoles, 21 de mayo de 2014

"Lluvia de mayo"

Apoyé la cabeza en la ventana del tren y reté a las gotas de lluvia de mayo.
En aquel momento tan extremadamente poético un único pensamiento aleteo en mi cabeza.
Sentí miedo.
Una música lenta, baja, muy muy baja.
Me transporte a un lugar donde jamás había estado.
Pero llovía.
Caí en la playa, en una playa con aspecto invernal, pese a ser mayo.
Vacía.
Unos brazos que dejaron tras de sí un  perfume con olor a días felices.
Unos brazos que me rodearon.
Aquel escalofrío.
"Te quiero infinitamente muchísimo. "
Levanté la vista hacía el mar, aquel que sin haber visto jamás había inspirado todas y cada una de mis letras.
Y como una delicada gota de dicembre me giré.
El tren paró, me bajé y limpié las lágrimas de mis mejillas.
Sonreí convencida.
Salí corriendo.
"Te quiero infinitamente muchísimo"

domingo, 11 de mayo de 2014

Lo que somos, lo que seremos.

Adoraba aquella sensación, aquella aventura compartida por dos mentes separadas que bailaban sobre un suelo empedadrado en deseos.
Aquella sensación que me ponía la piel de gallina, la que me obligaba a sacar mi mejor sonrisa del cajón.
Había tantos besos que para contarlos que nos hizo falta toda la vida.
Había tanto amor, tanta paz.
No importaba llorar si era por verte, que podría correr de aquí a la luna si solo es por escucharte reír.
Que ya no necesito saltar.
Que ya no odio la lluvia, que ahora hasta me gusta la navidad.
Quiero regalarte envuelto en terciopelo cada uno de mis defectos, no para que parezcan más bonitos , sino , para que sepas lo que soy y todo aquello que fui, todo lo que haré , todo lo que hice , por que ahora todo es tuyo.
Bueno, no, ahora todo es nuestro.
Tenemos días infinitos para discutir, y para decidir donde ir, para enviar postales, para madurar, para amarnos, para perdernos y para encontrarnos.
Para ser tu, para ser yo, para ser nosotros.
-¿"juntos"?
-JUNTOS

domingo, 4 de mayo de 2014

"Fantasías"

Pidió un segundo, un solo segundo y voló en busca constelaciones que conocía tan bien como sus propios lunares.
Entonces, se vio a si misma allí, distraída por culpa de unos ojos tan suyos que, si así lo deseaba, podría ver a través de ellos.
Creyó llorar.
Estaba segura, estaba más que convencida, que allí estaría a salvo, rodeada por unos brazos que pasaron de ser efímeros y fríos a ser cálidos y pacientes.
Unos brazos que se volvían más reales con cada suspiro.
Pensó en no salir jamás de aquel recuerdo y vivir eternamente donde las palabras ya habían sido dichas.
Al instante recapacitó y fue consciente de que, si lo que quería era vivir una fantasía, ella misma podría creearla, pero una vez creeada sería incontrolable como ... Sí como una montaña rusa.
No le importó.
Supo entonces que las mejores fantasías son incontrolables, incontrolables y con sabor a fresas con chocolate y turrón.

jueves, 1 de mayo de 2014

"Un no salto inesperado"

Fue entonces cuando saltó, espero una caída , un estrepitoso golpe, una huida rápida...
Pero, para su sorpresa no fue así,  algo reclamó su atención, alguien incapaz de ver como el brillo de su mirada desaparecía.
Un frenazo rápido, un empujón hacía la cordura y un abrazo que deseaba por si mismo durar eternamente.

¿Por qué?

Creo que en ese momento ni siquiera fue consciente de la pregunta.
Creo que entonces descubrío lo "indescubrible".
Algo por lo que merecía la pena evitar saltos y daños.

Una sonrisa.

Una mirada.

Un te quiero.

Un par de besos atados con un cordel rojo y bien escondidos en una caja de terciopelo.

Entonces le pareció razón suficiente para decidir cancelar la huida, dar media vuelta agarrarte de la mano y comenzar a correr hacía el tren sin billete de vuelta.