domingo, 8 de junio de 2014

¿Todavía no te ha quedado claro?

Entonces estás allí, y de repente, ya no, no sabes donde estás.
Un largo boulevard que se extiende delante tuyo.
No ves el final.
De echo... ¿Acaso lo hay?
No me importa.
Anduve entretenida con los mechones de pelo que resbalaban por mi frente.
Entonces sin pensar ni un segundo más lo supe.
Sabía a la perfección donde estaba.
No podría ser otro lugar que tu cabeza.

Un chasquido caoticamente hermoso.

Un bosque, un bosque tan denso que estaba segura de que si extendía el brazo, la maleza me engulliria.
Pese a todo ello era un lugar hermosisimo.

Un estruendo.

Una casa maravillosa, esas que el patio es el bosque.
Las que parecen estar pérdidas por Estados Unidos.

Música.
La primavera de Vivaldi.
Los cuadros de Picasso.
Nuestra historia.

Y es entonces cuando te das cuenta de que podrías ver esa sonrisa cada día, a cada segundo que pase de lo que te quede se vida.

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