Y, te deje pasar, amor, como al tren..
Y, te perdí justo en Sol.
Bajé escalones de dos en dos,
en Moncloa, y lo cogí..
En la dirección equivocada.
Una vez más escribí, de Ventas, a Las Rosas, sin cobertura.. Versos sin dueño..
Los publicaba en Cuatro caminos, haciendo oídos sordos a gritos ajenos.
Y te besé, en la línea nueve
Me aprendí tu parada, y como llegar..
Era el tren, directo a tí cariño.
Pérdida en los trasbordos por Diego de León, buscandome en el arcén..
Añorando Sainz de Baranda, Príncipe Pío, Iglesias..
Ahora vivo fija en Chamberí, la parada fantasma
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